Guía de atención al parto de la OMS: una nueva norma mundial para el seguimiento del parto

La FIGO ha respaldado la guía de cuidados del parto (LCG) de la Organización Mundial de la Salud como el estándar mundial preferido para la monitorización del parto, haciendo un llamamiento a los profesionales sanitarios de todo el mundo para que la adopten con el fin de mejorar los resultados maternos y neonatales.
Lanzada por la OMS en 2020, la LCG sustituye al antiguo partograma y refleja prácticas actualizadas basadas en la evidencia para la atención intraparto. Incorpora una comprensión más completa de la progresión del trabajo de parto e integra elementos clave de la atención respetuosa de la maternidad, incluido el apoyo a la compañía, la toma de decisiones compartida y la supervisión exhaustiva durante todas las etapas del parto.
La FIGO reconoce que la transición del partograma -una herramienta ampliamente utilizada desde los años setenta- puede generar incertidumbre entre los profesionales sanitarios. Sin embargo, la organización hace hincapié en que la LCG mantiene los principios básicos de seguimiento del progreso del parto a través de la dilatación cervical y el descenso fetal, al tiempo que ofrece importantes mejoras.
Entre las principales mejoras se encuentran la introducción de una columna de "alerta" para resaltar los hallazgos anormales, la inclusión de la segunda fase del parto para un seguimiento continuado y la atención específica a la comodidad materna, la analgesia, la hidratación y la comunicación entre los profesionales y las mujeres que dan a luz. Los ensayos clínicos han demostrado que la LCG puede reducir las tasas de cesáreas y de aumento innecesario del trabajo de parto.
A pesar de sus ventajas, la FIGO reconoce que la implantación de la LCG puede resultar difícil, sobre todo en entornos con pocos recursos, debido a la posible escasa concienciación, la formación inadecuada, la escasez de personal y la falta de equipamiento o espacio necesarios para apoyar elementos como la compañía continua durante el parto.
"La guía de atención del parto de la OMS es una herramienta transformadora diseñada para mejorar los resultados maternos y fetales mediante la integración de una atención respetuosa y basada en la evidencia durante el parto. La FIGO apoya su implementación, ya que aborda las limitaciones del partograma tradicional, hace hincapié en la atención centrada en la mujer y promueve la toma de decisiones compartida. Con factibilidad demostrada y potencial para reducir intervenciones innecesarias, el LCG fomenta un mejor monitoreo, intervenciones oportunas y prácticas de maternidad respetuosas. La FIGO reconoce los desafíos de su adopción, pero mantiene su compromiso de abogar por su uso global para garantizar experiencias de parto más seguras y positivas para todas las mujeres y sus bebés. "
Dra. Inês Nunes, autora y vicepresidenta del Comité de Parto y HPP
Principales recomendaciones:
- Adopción universal: Los sistemas de salud deberían adoptar la LCG de la OMS como herramienta estándar para la monitorización del trabajo de parto con el fin de apoyar una atención al parto segura, respetuosa y basada en la evidencia.
- Formación: Todos los proveedores de atención del parto deben recibir una formación exhaustiva en el uso de la LCG para garantizar su correcta comprensión y aplicación.
- Preparación de las instalaciones: Las salas de partos deben dotarse de la infraestructura, el equipamiento y el personal necesarios para permitir la plena aplicación de la LCG.
- Atención respetuosa de la maternidad: Las políticas deben apoyar la presencia de acompañantes en el parto, en consonancia con las directrices de las LCG, para mejorar las experiencias y los resultados maternos.
- Supervisión y rendición de cuentas: Los equipos de mejora de la calidad deben supervisar el despliegue de las LCG, garantizando un uso coherente a través de la supervisión, las auditorías y el seguimiento del rendimiento.
- Uso provisional del partograma: En los entornos en los que la implantación del LCG todavía no es factible, debe seguir utilizándose el partograma tradicional hasta que se disponga de la formación y la infraestructura adecuadas.