La desatención del prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia urinaria son ejemplos de violación de los derechos humanos de la mujer: hacia una resolución

El prolapso de órganos pélvicos (POP) y la incontinencia urinaria femenina (IU) van más allá de la incomodidad física y ponen de manifiesto las disparidades sanitarias a las que se enfrentan las mujeres en todo el mundo. La vergüenza y el aislamiento resultantes reflejan desigualdades sanitarias, disparidades socioculturales y discriminación de género. Esta situación se agrava especialmente en los países de ingresos bajos y medios (PIBM), en los que la vergüenza se convierte en una violación de los derechos humanos.1,2 La POP y la IU ponen de manifiesto la compleja interacción entre la salud y los derechos humanos, lo que hace urgente abordar esta cuestión desde el punto de vista de los derechos de la mujer. Han pasado casi 30 años desde el Informe de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, pero la intersección entre la POP, la IU y las desigualdades sanitarias a escala mundial aún debe ser superada

Derecho a la dignidad

La dignidad es el derecho a ser valorado, respetado y tratado éticamente. Las mujeres que padecen POP y/o IU tienen importantes efectos adversos en su calidad de vida.1,2,4,5,6 Además, las investigaciones han confirmado que estos síntomas físicos suelen ir acompañados de malestar emocional, incluidos sentimientos de vergüenza, pudor y disminución de la autoestima.1,2,4,5,7 La vergüenza es una emoción compleja rodeada de normas culturales y actitudes sociales hacia las mujeres.8 Esta percepción determina el comportamiento de las mujeres y puede hacer que se sientan inadecuadas y no busquen ayuda o se defiendan. Esta vergüenza conduce además al aislamiento social. La vergüenza y la dignidad están en los extremos opuestos del espectro.

En los PBI y los PIM, donde las normas culturales y la escasez de recursos se entrecruzan, la vergüenza se convierte en una barrera importante a la hora de buscar atención sanitaria para el POP y la IU.6 La falta de profesionales médicos cualificados y la débil infraestructura sanitaria a menudo se ven agravadas por un comportamiento despectivo, un diagnóstico erróneo y/o un maltrato.2,9 Esto perpetúa aún más el ciclo de la vergüenza. El derecho a la dignidad está entrelazado con el derecho de las mujeres a no sufrir ningún tipo de discriminación, incluida la estigmatización por motivos de salud

Derecho a la autonomía

La POP y la IU tienen muchas causas, pero están estrechamente relacionadas con el parto, el levantamiento de objetos pesados y el envejecimiento.2,10,11 Cualquier esfuerzo intrabdominal (Valsalva) o lesión/debilidad de las estructuras pélvicas de soporte aumentará la probabilidad de que esto ocurra. Aunque las estimaciones de la prevalencia del POP difieren según el país y el método de diagnóstico, se calcula que, en todo el mundo, hasta el 50% de las mujeres sufrirán POP a lo largo de su vida, y que el 11,1% de las mujeres se someterán a cirugía de prolapso en los países de ingresos altos.12,13

La prevalencia del POP varía según el país y el método de diagnóstico

El cuidado comienza con el empoderamiento de las mujeres a través del conocimiento y la toma de decisiones compartida, comenzando con estrategias preventivas seguidas de un tratamiento conservador y/o quirúrgico. Debido a su fuerte asociación con el parto, los derechos reproductivos están entrelazados con la prevención de POP y/o IU. El trabajo de promoción realizado por la División de Salud Sexual y Reproductiva y Bienestar de la FIGO profundiza en los desafíos multifacéticos de abordar los derechos reproductivos. Además, dado que la paridad es el factor de predicción más importante del desarrollo de POP y UI, el acceso a la atención materna y a parteras capacitadas ofrece la oportunidad de proteger el suelo pélvico y permitir la educación y la atención posparto destinadas a garantizar la recuperación.

La paridad es el factor de predicción más importante del desarrollo de POP y UI

La División de Salud Materna y del Recién Nacido de la FIGO subraya la continua necesidad de implementar cambios y considerar el impacto del embarazo en la salud a largo plazo de las mujeres. En todo el mundo, las mujeres siguen realizando la mayor parte del trabajo y los cuidados no remunerados. El trabajo a menudo incluye trabajar en el campo, levantar objetos pesados y volver al trabajo manual poco después del parto.2,6 No sólo son estos factores predisponentes para el POP, sino que este trabajo no suele ser muy valorado en la sociedad, a la vez que tiene un impacto significativo en los derechos de las mujeres a recibir cuidados.

El trabajo no remunerado es una de las principales causas de mortalidad materna

La edad es otro factor predictivo importante de la POP y la IU. Es muy necesario volver a considerar a las mujeres y la salud a lo largo de toda la vida.14 Esto se ejemplifica aún más cuando la esperanza de vida está aumentando en todo el mundo y, sin embargo, las mujeres que envejecen son más vulnerables a las desigualdades en materia de salud.15

El envejecimiento de la población femenina es una de las principales causas de mortalidad materna

La discriminación de género está directamente asociada a los factores de riesgo de desarrollar POP e IU. Esto, sumado al estigma, la vergüenza y las normas culturales, conduce al aislamiento social y dificulta aún más la capacidad de las mujeres para acceder a la atención sanitaria. Esto coincide con el llamamiento de las Naciones Unidas para poner fin a la discriminación de género.16,17

Equidad en la atención sanitaria

La Organización Mundial de la Salud (OMS) subraya que lograr la salud para todos es un derecho humano fundamental.18 La atención sanitaria integral para la POP y la IU comienza con los derechos reproductivos, el parto, el posparto y la atención posreproductiva a lo largo de toda la vida. La atención posreproductiva podría implicar el tratamiento sintomático por parte de profesionales sanitarios cualificados. La desigualdad de recursos, incluido el acceso a profesionales formados y a infraestructuras sanitarias adecuadas, tanto para la prevención como para el tratamiento, sigue siendo un obstáculo. Sin embargo, en los PIBM, donde los recursos son limitados, las barreras al acceso a la atención sanitaria inducidas por la vergüenza impiden aún más el derecho de las mujeres a la atención sanitaria.2,17,19 Esto queda ejemplificado por la bienintencionada iniciativa de Nepal para abordar el problema de la POP sin contar con profesionales sanitarios adecuadamente formados o sin comprender las desigualdades fundamentales en materia de derechos humanos.20 El desarrollo de sistemas sanitarios integrales, en línea con el objetivo de la OMS de una atención sanitaria equitativa y de calidad para todos, es crucial.17Esto incluye reforzar la infraestructura sanitaria, formar a los profesionales médicos y garantizar la igualdad de acceso a unos servicios asequibles, integrales y sensibles a las diferencias culturales.

Por lo tanto, es esencial que los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA) tengan un acceso equitativo a la atención sanitaria

La IU femenina y la POP no son meras condiciones de salud de las mujeres que deben ser remitidas a un uroginecólogo. Son una parte importante de la morbilidad posreproductiva de las mujeres. A menudo afectan a mujeres en la flor de su vida productiva y representan violaciones de las recomendaciones de la OMS y de los derechos de la mujer. Estas violaciones perpetúan la vergüenza, la desigualdad y las disparidades en el acceso a la atención sanitaria, especialmente en los PBI y los PIM. Es vital reconocer estas violaciones para empezar a rectificar estas disparidades.

Las campañas de salud pública y los programas educativos específicos pueden cuestionar los estigmas culturales y concienciar sobre el POP y la IU en los PBI y los PIM.2,21 Al implicar a las comunidades, los profesionales sanitarios y los responsables políticos, estas iniciativas pueden ayudar a reducir la vergüenza y fomentar la búsqueda temprana de atención sanitaria. Los esfuerzos de colaboración entre gobiernos, organizaciones sanitarias internacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG) pueden formar a profesionales sanitarios y crear infraestructuras sanitarias adecuadas. El éxito depende de un enfoque múltiple que dé la misma prioridad al derecho de la mujer a la dignidad, cuestione las normas sociales que perpetúan la discriminación de género y asigne recursos equitativos para una asistencia sanitaria que tenga en cuenta las cuestiones de género

Referencias

  1. Gjerde JL, et al. Vivir con prolapso de órganos pélvicos: voces de mujeres de la región de Amhara, Etiopía. Revista internacional de uroginecología. 2017 Mar;28:361-6.
  2. Singh AD. Manejo del prolapso de órganos pélvicos en mujeres nepalesas: Una exploración de los factores que afectan la calidad de vida y las implicaciones para la política y la práctica. Universidad de Northumbria en Newcastle. 2019.
  3. Beijing, 4-15 de septiembre de 1995 Publicación de las Naciones Unidas, número de venta: E.96.IV.13
  4. Robinson D., R. y R. H. (1995)
  5. Robinson D, et al. International Urogynaecology Consultation chapter 1 committee 4: patients' perception of disease burden of pelvic organ prolapse. Revista internacional de uroginecología. 2022 Feb 1:1-22.
  6. Dunivan GC, et al. Prolapso de órganos pélvicos: una enfermedad de silencio y vergüenza. Medicina pélvica femenina y cirugía reconstructiva. 2014 Nov;20(6):322.
  7. Jokhio AH, Rizvi RM, MacArthur C. Prevalencia del prolapso de órganos pélvicos en mujeres, factores asociados e impacto en la calidad de vida en el Pakistán rural: estudio basado en la población. BMC women's health. 2020 Dic;20(1):1-7.
  8. Elenskaia K, et al. El mayor tabú: la incontinencia urinaria como fuente de vergüenza y pudor. Wiener Klinische Wochenschrift. 2011 Oct 1;123.
  9. Kammerer A. Los fundamentos científicos y los impactos de la vergüenza. Scientific American. August. 9;9.
  10.  
  11. Kruk ME, et al. Sistemas sanitarios de alta calidad en la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: es hora de una revolución. Lancet Glob Health. 2018 Nov;6(11):e1196-e1252. doi: 10.1016/S2214-109X(18)30386-3. Epub 2018 sep 5. Fe de erratas en: Lancet Glob Health. 2018 Sep 18;: Fe de erratas en: Lancet Glob Health. 2018 Nov;6(11):e1162. Fe de erratas en: Lancet Glob Health. 2021 Aug;9(8):e1067. PMID: 30196093; PMCID: PMC7734391.
  12. Walker, GJA, Gunasekera, P. Prolapso de órganos pélvicos e incontinencia en países en desarrollo: revisión de la prevalencia y los factores de riesgo. Int Urogynecol J 22, 127-135 (2011). https://doi.org/10.1007/s00192-010-1215-0
  13. Bump RC, Norton PA. Epidemiología e historia natural de la disfunción del suelo pélvico. Clínicas de obstetricia y ginecología de Norteamérica. 1998 Dic 1;25(4):723-46.
  14. Barber MD, Norton PA
  15. Barber MD, Maher C. Epidemiología y evaluación de resultados del prolapso de órganos pélvicos. Revista internacional de uroginecología. 2013 Nov 1; 24(11):1783-90.
  16. Olsen AL, et al. Epidemiología del prolapso de órganos pélvicos e incontinencia urinaria tratados quirúrgicamente. Obstetrics and gynecology. 1997 Abr 1;89(4):501-6.
  17. Langer A. et al
  18. Langer A, et al. Mujeres y salud: la clave para el desarrollo sostenible. The Lancet. 2015 Sep 19;386(9999):1165-210.
  19. 9789241563529_eng.pdf (who.int)
  20. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer Nueva York, 18 de diciembre de 1979 | OHCHR
  21. Declaración de Beijing (un.org)
  22. Derechos humanos (who.int)
  23. Estado de la población mundial 2017 (unfpa.org)
  24. Repensar el tratamiento del prolapso uterino en Nepal - Nepal. Relief.
  25. Borsamo A, Oumer M, Asmare Y, Worku A. Factores asociados con el retraso en la búsqueda de tratamiento entre las mujeres con prolapso de órganos pélvicos en hospitales generales y de referencia seleccionados del sur de Etiopía, 2020. BMC women's health. 2021 Dic;21(1):1-8
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La FIGO mantiene relaciones oficiales con la Organización Mundial de la Salud y un estatus consultivo con las Naciones Unidas.

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Referencia a esta declaración

Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia. La desatención del prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia urinaria son ejemplos de violaciones de los derechos humanos hacia las mujeres: avanzando hacia una resolución. 2023. Disponible en: www.figo.org/pop-ui-human-rights