La Dra. Carolyne Odula sobre el Protocolo de Maputo y el desafío de las normas socioculturales en Kenia

El 11 de julio de 2023, la FIGO celebra el 20º aniversario del Protocolo de Maputo compartiendo reflexiones de toda África sobre cómo el Protocolo de Maputo ha influido en la práctica de la obstetricia y la ginecología. La Dra. Carolyne Odula, ginecóloga y ostetra de Kenia, analiza la importancia de un enfoque de la salud de la mujer basado en los derechos y la necesidad de seguir abogando por la aplicación del Protocolo de Maputo.

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Maputo at 20 - Carolyne

La Dra. Carolyne Atieno Odula es especialista en salud reproductiva con más de 20 años de experiencia en su campo. Es especialista médica superior del Departamento de Obstetricia y Ginecología de los Servicios de Salud de la Universidad de Nairobi. También es miembro de la Comunidad de Práctica del Colegio de Obstetricia y Ginecología de África Oriental, Central y Meridional (ECSACOG) y FIGO.

¿Cuáles han sido los principales logros del Protocolo de Maputo? 

Uno de los logros significativos del Protocolo de Maputo es su contribución a dar forma a la reflexión sobre la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR). Al reconocer y afirmar explícitamente el derecho de las mujeres a tomar decisiones sobre su propio cuerpo, incluidas las opciones reproductivas, ha ayudado a cambiar la narrativa en torno a la SDSR. Este cambio ha sido crucial para promover los derechos de las mujeres y las niñas, permitiéndoles acceder a servicios integrales de salud reproductiva sin discriminación ni coacción. 

El protocolo ha desempeñado un papel fundamental en la desestigmatización de la atención al aborto. Reconoce el derecho de las mujeres a acceder a servicios de aborto seguros y legales en casos de violación, incesto o cuando el embarazo supone una amenaza para la vida y/o la salud mental y/o física de la mujer o la niña. Este reconocimiento ha ayudado a cuestionar los tabúes sociales, facilitando debates abiertos sobre el aborto como un aspecto legítimo de la atención sanitaria reproductiva. Como ginecóloga obstetra, esto me ha permitido prestar una atención compasiva y basada en pruebas a las mujeres que solicitan servicios de aborto, reduciendo el estigma y garantizando su seguridad y bienestar.

¿Participó usted o su sociedad de obstetricia y ginecología en los debates sobre la elaboración del Protocolo de Maputo?  

La Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Kenia (KOGS) participó en los debates sobre la elaboración del Protocolo de Maputo y su inclusión en la legislación keniana. Hicimos recomendaciones sobre cuestiones relacionadas con la salud reproductiva, como el acceso a la anticoncepción, los servicios de aborto seguro, la salud materna y la prevención y respuesta a la violencia de género.  

También desempeñamos un papel destacado en la defensa de su integración en la legislación keniana, a través de campañas de promoción en colaboración con organizaciones de la sociedad civil y trabajando con responsables políticos y legisladores para sensibilizar a la opinión pública. Sin embargo, sigue siendo una tarea ardua.

¿Siguen existiendo dificultades para aplicar el Protocolo de Maputo en el contexto de su país?

En Kenia, el protocolo se adoptó en nuestras leyes y políticas nacionales con excepciones. Creemos firmemente que esto está relacionado con diversas lagunas políticas, jurídicas y normativas, así como con consideraciones culturales, concretamente en los temas del aborto, la educación sexual integral y la igualdad de género.  

Entre nuestros principales retos se encuentran la escasa concienciación y comprensión, la insuficiencia de recursos e infraestructuras asignados a los servicios de salud reproductiva, la falta de acceso a medicamentos y tecnologías esenciales y la escasez de proveedores cualificados para su plena aplicación. 

Las normas socioculturales y las barreras religiosas pueden haber influido en las actitudes hacia la SDSR de las mujeres. La violencia de género sigue siendo un reto importante, ya que el acceso de las mujeres a servicios sanitarios de calidad se ve comprometido. Las poblaciones marginadas, las mujeres con discapacidades y los grupos minoritarios se enfrentan a barreras adicionales para acceder a los servicios y conocer sus derechos.  El seguimiento y la rendición de cuentas también son cruciales para que los garantes de derechos cumplan sus compromisos.

¿Cómo se pueden abordar los retos que plantea la aplicación del Protocolo de Maputo?

Un reto claro es que Kenia sigue manteniendo una reserva sobre el artículo 14 (2) c del Protocolo de Maputo, que autoriza el aborto médico en casos de agresión sexual, violación, incesto y cuando la continuación del embarazo ponga en peligro la salud de la madre o la vida de la madre o del feto. 

Abordar este reto exige un planteamiento integral y polifacético que implique a diversas partes interesadas y la colaboración entre gobiernos, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de atención sanitaria y socios internacionales. Requiere una labor sostenida de promoción, capacitación, movilización de recursos y creación de un entorno jurídico y político propicio.

¿Qué papel pueden desempeñar los profesionales de la salud, en particular los gineco-obstetras, en la defensa de la plena aplicación del Protocolo de Maputo y en la eliminación de las barreras que aún existen para hacer realidad los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas? 


Para celebrar el Día Internacional de la Mujer en marzo de 2023, la KOGS se unió a las sociedades nacionales de obstetras y ginecólogos de África oriental, central y meridional para reafirmar su compromiso de fortalecer el acceso a la atención segura del aborto mediante el lanzamiento de la Carta de Livingstone sobre la atención segura del aborto, una oportunidad de promoción regional. 

Las sociedades nacionales se comprometieron a aprovechar su experiencia clínica y sus recursos para promover el aborto seguro, una fruta al alcance de la mano en la prevención de las muertes y discapacidades maternas, y a incluirlo como un paquete de atención sanitaria esencial.  La información basada en pruebas es esencial para garantizar una atención de calidad y no discriminatoria, y para promover reformas políticas y jurídicas. Es fundamental colaborar en la elaboración de declaraciones de posición, directrices y estrategias de promoción y comunicación para hacer frente a los obstáculos que impiden la plena realización de los derechos de SDSR.

¿Cómo ha influido el Protocolo de Maputo en la formación y educación de los profesionales de la salud en el ámbito de la obstetricia y la ginecología, y qué mejoras o cambios recomendaría usted para seguir reforzando los servicios de salud reproductiva? 

Cada vez se reconoce más la necesidad de integrar la SDSR en la formación y la educación en planes de estudios o módulos específicos para proveedores, y de abordar cuestiones como la continuidad de la atención segura del aborto, la violencia de género, el consentimiento informado, la autonomía reproductiva y los derechos de las poblaciones marginadas. Hemos observado un aumento de los esfuerzos por incorporar la educación sexual integral y la atención respetuosa e integradora como componentes básicos de la formación sanitaria.  

Necesitamos más aprendizaje interdisciplinar y formación colaborativa para fomentar el trabajo en equipo y mejorar la prestación de servicios en los centros sanitarios. Debemos proporcionar una atención de calidad haciendo hincapié en los principios éticos de autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia en el contexto de los DSSR para asegurarnos de que defendemos los derechos fundamentales de las mujeres.

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