Evolución y estructura de la FIGO: Una perspectiva interna del ex Presidente de la FIGO John Sciarra

Como presidente de la FIGO de 1991 a 1994 y editor de la Revista Internacional de Ginecología y Obstetricia (IJGO) de 1985 a 2006, la dedicación y el trabajo de John Sciarra han dejado una marca indeleble en la FIGO.
En esta entrevista exclusiva, Sciarra explora la evolución de la estructura de la FIGO durante la década de 1990, su crecimiento más allá de albergar congresos y sus aspiraciones de integrar más sociedades a la comunidad de la FIGO.
Cuéntenos sobre su participación en la FIGO a lo largo de los años
Cuando asumí la presidencia en 1991, la FIGO tenía dos oficinas: una administrativa en Londres y otra financiera en Suiza. Fundada originalmente en Suiza en 1954, una de mis principales tareas fue centralizar las operaciones en Londres. Cerramos la oficina suiza, consolidamos las finanzas en Londres y cambiamos la moneda de francos suizos a libras esterlinas, racionalizando todas las operaciones de la FIGO en Londres.
En ese momento, la única fuente de ingresos de la FIGO provenía de las sociedades miembro, lo que hacía difícil mantener la estructura de la oficina. Sin embargo, en el año 2000, la FIGO celebró su primer Congreso Mundial en Washington DC, administrado centralmente por la FIGO en lugar de por la sociedad nacional postulante, y el evento generó una cantidad sustancial de dinero. Este impulso financiero permitió a la FIGO ampliar sus proyectos y mejorar el funcionamiento de sus oficinas.
Del mismo modo, desde 1985 hasta 2000, la IJGO se dirigió inicialmente desde mi oficina de Chicago. En 2000, para racionalizar las actividades, trasladamos la oficina de la revista a Londres. Al principio, la revista generaba unos ingresos mínimos, pero la transición de las máquinas de escribir a la publicación electrónica fue transformadora. La informatización facilitó un aumento significativo del número de resúmenes y presentaciones de trabajos, que pudieron gestionarse de forma mucho más eficiente.
¿Qué le llevó inicialmente a ser voluntario/colaborador/socio de la FIGO?
Mi mentor, el profesor Howard Taylor, fue Presidente de la FIGO en 1961. Por lo tanto, estuve involucrado con la FIGO a través de él, durante los muchos años que estuvo radicado en Chicago. Luego, en 1985, me convertí en editor de IJGO, lo que realmente me ayudó a involucrarme con la FIGO de manera regular.
¿De qué logro de la FIGO se siente más orgulloso?
Cuando la FIGO empezó a organizar sus propias reuniones y a generar ingresos, nos permitió expandirnos y emprender proyectos, además de dirigir la organización. El Congreso Mundial se convirtió en un evento social, la gente esperaba reunirse durante varios días y compartir sus ideas y pensamientos. Desde que asistí a mi primer Congreso de la FIGO en Viena en 1961, he asistido prácticamente a todos los Congresos desde entonces. Estoy inmensamente orgulloso de lo lejos que han llegado los congresos de la FIGO.
En su opinión, ¿cuáles son los mayores retos que debemos superar en nuestro camino para mejorar la salud y los derechos de las mujeres, las niñas y los recién nacidos en todo el mundo?
Durante el siglo pasado, uno de los retos más significativos que hemos enfrentado y con el que continuamos lidiando hoy en día, es la mortalidad materna. Cuando asumí la presidencia de la FIGO en 1990, se producían alrededor de 600.000 muertes maternas al año, de las cuales un asombroso 95% ocurría en áreas de bajos recursos. Si bien la salud reproductiva presentaba numerosos obstáculos, la mortalidad materna se destacaba como una de las preocupaciones más graves. Durante mi mandato en la FIGO, dedicamos importantes esfuerzos a abordar este problema crítico a lo largo de muchos años.
¿Qué le gustaría ver de la FIGO en los próximos 30 años?
Es difícil predecir el futuro, pero creo que la dirección que está tomando la FIGO es estupenda. En otras palabras, la FIGO tiene ahora más de 130 sociedades miembros en comparación con menos de cien cuando me uní. La FIGO es reconocida internacionalmente como la voz de las mujeres y la salud reproductiva, y me gustaría ver que este progreso continúe.
También me gustaría ver
- Un informe mundial sobre la salud de la mujer publicado por la FIGO. Esto solía hacerse regularmente hace 30 años y era un recurso útil, daba a la prensa la oportunidad de reunirse con la FIGO y hablar sobre problemas internacionales.
- Que la FIGO haga un esfuerzo real para incorporar a todas las sociedades nacionales para que sean miembros de la FIGO y ayudar a las actuales sociedades miembros a mejorar su función.
- Una versión actualizada del libro sobre la historia de la FIGO, que se publicó en 2004 con motivo del 50º aniversario de la FIGO. Sería bueno actualizarlo porque han sucedido muchas cosas en los últimos 20 años y debería registrarse para darles a los interesados la oportunidad de revisarlo.