Dra. Darolles Mwadjie Wekam sobre la importancia del Protocolo de Maputo para los servicios de aborto seguro en Camerún
El 11 de julio de 2023, la FIGO celebra el 20º aniversario del Protocolo de Maputo compartiendo reflexiones de toda África sobre cómo el Protocolo de Maputo ha influido en la práctica de la obstetricia y la ginecología. La Dra. Darolles Mwadjie Wekam, ginecólogo y obstetra, destaca la importancia del protocolo en la apertura del diálogo sobre la atención segura del aborto en Camerún.
La Dra. Darolles Mwadjie Wekam es ginecóloga-obstetra apasionada por la medicina preventiva, la comunicación y la docencia, con especial interés por la infertilidad y el cáncer de mama en África. Es jefa del servicio de ginecología-obstetricia del hospital de ginecología-obstetricia y pediatría de Douala (Camerún). Desde hace varios años, participa en la defensa del bienestar y los derechos de las niñas y las mujeres a través del proyecto de promoción de la atención integral del aborto de la Société des Gynécologues-Obstétriciens du Cameroun (SOGOC).
En ocasión del 20 aniversario del Protocolo de Maputo, ¿cuáles considera que son los principales logros del Protocolo de Maputo para usted y su trabajo como obstetra-ginecóloga?
El Protocolo de Maputo supuso un gran avance tanto en el diálogo como en la práctica de la obstetricia y la ginecología en Camerún. Teníamos una ley sobre el aborto, cuyas indicaciones eran muy limitadas. El hecho de que ratificáramos el Protocolo de Maputo nos permitió reanudar el diálogo sobre el aborto, es decir, abrir el debate sobre el aborto en Camerún a través de los acuerdos de Maputo, y también hablar de las indicaciones para acceder a una atención segura del aborto. En nuestra práctica como ginecólogos, esto nos ha permitido ejercer dentro del marco legal de la interrupción terapéutica del embarazo.
¿Cuáles son los principales retos de la aplicación del Protocolo de Maputo en Camerún?
Los principales retos consisten en incorporar las diversas características específicas de los acuerdos de Maputo a la legislación camerunesa. Así que el reto es realmente domesticar e integrar los diversos elementos del Protocolo de Maputo en la legislación camerunesa, para garantizar que está claramente establecido, y notificar los casos de acceso a la atención segura del aborto, para que no tengamos que citar siempre la ratificación de los acuerdos de Maputo. Así que es un reto institucional y legislativo. Estamos abogando por ello, pero para hacerlo necesitamos que los distintos líderes de opinión y responsables legislativos nos apoyen en este proceso.
¿Cómo cree que pueden superarse estos retos?
Estos retos pueden superarse, pero es un proceso continuo y a largo plazo. No se puede domeñar una ley de la noche a la mañana, así que hay que mantener la labor de defensa.
En cuanto a la aplicación en Camerún, SOGOC, en colaboración con la FIGO, tiene un programa de promoción del aborto seguro. En el marco de nuestro programa ACAC (Advocacy for Comprehensive Abortion Care), el primer punto de incidencia se refiere a la aplicación de los acuerdos de Maputo, que han sido ratificados pero no están claramente recogidos en la legislación camerunesa.
¿Qué papel pueden desempeñar los profesionales de la salud en la defensa de la plena aplicación del Protocolo de Maputo?
Los ginecólogos somos los primeros observadores del efecto de la falta de domesticación de estas leyes. Estamos en primera línea, así que nos corresponde concienciar a la gente del problema de la no domesticación de los acuerdos de Maputo y de la gravedad de la situación. Los responsables de la toma de decisiones no están sobre el terreno como nosotros. Una vez que hemos dado a conocer la situación exacta, tenemos que seguir presionando con nuestra voz y nuestras acciones para que se produzca un cambio. Así que los ginecólogos estamos al principio del proceso, pero también somos los actores del mismo.
¿Cómo ha influido el Protocolo de Maputo en la formación y educación de los profesionales sanitarios en el campo de la obstetricia y la ginecología?
Con SOGOC, nos reunimos con todas las facultades de medicina de Camerún y formamos a todos los estudiantes de último curso sobre el aborto. Les formamos sobre el marco jurídico con la aplicación del protocolo de Maputo y sobre los aspectos prácticos y técnicos de la gestión de los abortos.
¿Qué le gustaría ver en el próximo protocolo, si se ampliara?
Si hay que ampliar el protocolo, creo que lo que necesitamos sobre todo es el apoyo de las distintas instituciones. Los protocolos están bien, pero su aplicación plantea muchos problemas por falta de apoyo, sobre todo en términos de recursos. Necesitamos recursos humanos, es decir, personas realmente formadas para aplicar estos protocolos, recursos logísticos y recursos financieros.